Pies Hinchados. Remedios Caseros

by - abril 09, 2022

Muchos casos de pies hinchados tienden a resolverse sin cuidado médico, aunque los remedios caseros y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir la hinchazón.

Si la hinchazón no desaparece o si ocurre repetidas veces, es esencial hacer una cita con un médico para determinar si existe una causa subyacente.


Remedios caseros

Baño de salvia y romero

Introducir los pies en un recipiente con algún ingrediente adicional es muy bueno. Si en nuestro trabajo permanecemos por varias horas de pie y, frecuentemente sufrimos de dolor e hinchazón, este remedio será muy efectivo.

La salvia tiene muchas propiedades antiinflamatorias, antifúngicas y antibacterianas, según afirma este estudio publicado por el Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (CIDEM) de Cuba. De la misma forma, el romero, además de evitar la inflamación, funciona como un gran antioxidante.

Con solo 15 minutos diarios podrás descansar mejor y no sufrir la presión causada por la inflamación.

Ingredientes:

5 cucharadas de salvia (50 g).
5 cucharadas de romero (50 g).
2 tazas de agua tibia (500 ml).

Preparación:

Calienta el agua y pon en un recipiente adecuado (donde se puedan introducir ambos pies).
Incorpora la salvia y el romero. Remueve bien.
Introduce los pies y deja hasta que el agua se enfríe (aproximadamente 15 minutos).

Baño de agua y sal

Es una de las recetas más populares para los tobillos y pies hinchados. La sal tiene propiedades antisépticas y antimicrobianas, tal y como asegura la investigación desarrollada por la Sociedad Chilena de Infectología. Podemos disfrutar de las bondades de este baño, por ejemplo, mientras miramos televisión, leemos un poco en el sofá o estamos conversando sobre nuestro día con la familia.

Ingredientes

3 ½ cucharadas de sal marina gruesa (40 g).
2 tazas de agua tibia (500 ml).
2 tazas de agua fría (500 ml).

Preparación:

Calienta el agua y pon en un recipiente adecuado.
Introduce la mitad de la sal y remueve para que se disuelva.
Puedes verter agua fría para que soportes la temperatura del agua al introducir los pies.
Deja unos 10 minutos.
Seca los pies y desecha el agua.
Llena el recipiente con agua fría y el resto de la sal.
Vuelve a introducir los pies y deja, al menos, 3 minutos.

El contraste de agua caliente y fría activará la circulación de los pies y tobillos y reducirá la inflamación (ya que el agua fría actúa como buen analgésico).


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